Hoy mi blog se abre con el dolor que supone recordar a una persona que ha dejado su vida tan solo por el hecho de ser uno de esos seres que anónimamente defienden nuestras vidas. Una persona con padres, hermanos, esposa e hijos que de pronto han perdido a un ser amado. Para ellos, porque ellos serán siempre esas voces que ya no sonarán, quiero levantar la mía en un sincero homenaje que les brindo como ellos han brindado su vida por todos nosotros.
A esas voces que ya no sonarán
__________________________________________
__________________________________
__________________________
Hoy quiero ser el eco de esas voces
que ya no sonarán. Están calladas
a la vez que sus vidas, silenciadas
por manos despiadadas y feroces.
Truncaron su soñar... sus ilusiones,
silenciando sus voces inocentes...
hombres... mujeres... niños... ¡que valientes!
¡cuanto honor destrozar sus corazones!
Hoy pretendo gritar por esas voces
que ya no sonarán... fueron calladas
con métodos crueles y feroces
silenciando sus vidas y sus goces
por manos asesinas... despiadadas.
Jamás entenderé vanas razones
que antepongan la muerte a la palabra.
Nadie puede truncar mil ilusiones
intentando imponer sus convicciones
de manera tan mísera y macabra.
Porque hacerlo resulta muy sencillo,
mas gritar Libertad es espantoso
si ese grito... tal vez el mas hermoso
puede truncar los sueños de un chiquillo,
destrozando su vida... ¡monstruoso!
Los que piden respeto y democracia
y unas leyes que amparen sus derechos...
y tener libertad... ¡vaya falacia!
¡pregonan libertad y democracia
y la ensucian después con estos hechos!
Hoy quiero ser el eco que levante
un clamor de oración por los callados,
por esos cuerpos rotos, silenciados,
para hacer su recuerdo palpitante,
para que nunca sean olvidados.
Hoy quiero ser la voz de la conciencia
que recuerde los votos conseguidos
para exigir por ellos diligencia
para atajar el crimen... la violencia...
¡para que no los echen en olvido!
Hoy quiero ser pañuelo que amoroso
recoja el llanto y el dolor vertido.
Hoy quiero ser... amor... brazo tendido,
para todo el que llora silencioso
por los seres amados que ha perdido.
Hoy quiero ser... ¡tantas y tantas cosas!
Escudo protector. Mano amorosa.
Oración para todo el que ha caído.
Esperanza serena... nunca olvido.
Clamor que grite con tesón y afán
por esas voces que ya no sonarán.
Hoy estos versos son homenaje al inspector Eduardo Antonio Puelles.
Descansa en paz